
Suave te pozaste en mis labios
dulce como miel de panal, no me
pidas que te olvide, porque jamás
te podría yo olvidar, esa luz que
ilumino mi alma, quedó grabada
como aureola celestial.
Tus manos posadas en mi cintura
acariciando con ávida ansiedad
recorrieron mi espalda con locura
me cubriste de besos una ves más
tu ternura estremecía mi alma, tus
deseos florecían más y más.
Suave te pozaste en mis labios
dulce como mil de panal, no me
pidas ahora que te olvide porque
jamás te podría yo olvidar...
